La industria restaurantera de Tijuana tiene en la mira el estar dentro de las tendencias globales, lo cual ha sido entendido en particular por los jóvenes empresarios que tienen como objetivo aportar conceptos innovadores que atraigan al público.
En entrevista con Diego González, presidente de la Comisión de Jóvenes de Canirac (Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados) de Tijuana, que preside Juan José Plascencia, consideró que lo importante de este sector es que genera unión, calidad, capacitación y sinergia entre todos los restauranteros.
“Si todos los empresarios perseguimos lo mismo, vamos a tener una ciudad que todos van a querer visitar, y si eso ocurre, a todos nos va a ir bien”, afirmó el dirigente.
El punto principal, dijo, es que el turista y el residente local espera cada vez mayor calidad, de ahí que el sector ha entrado en una ola en la que se impulsa la capacitación y, en ese contexto, se genera una sinergia en la que todos buscan profesionalizarse.
“Creo que en Tijuana y Baja California en general estamos benditos en el tema gastronómico, por lo que la vara está alta, no obstante, como organismo somos la columna vertebral de los restaurantes, los cuales pueden acceder a cursos, a información de primera mano, y a la experiencia de una cámara que cumple 50 años”, subrayó Diego González.
Afirmó que el cambio que se ha visto en la industria gastronómica obedece en particular a los jóvenes que imprimen creatividad y conceptualización de propuestas, mismas que tienen el propósito de ofrecer experiencias como una tendencia que ya existe en otros países y que buscan traer a esta frontera.
Tal es el caso de Francisco Pérez, encargado de proyecto del restaurante Embajadora, el cual abrió sus puertas el pasado 27 de enero en Tijuana para ofrecer una cocina general de alto nivel, y cuyo distintivo es su concepto arquitectónico y visual.
“Creemos que en Tijuana las propuestas deben aportar valor a la ciudad, y ese valor agregado se centra en aspectos como el servicio, el diseño arquitectónico y la calidad de los productos, con el objetivo de brindar al comensal una experiencia única”, comentó.
El empresario indicó que el público es cada vez más exigente, por lo que la finalidad es que además de buena comida, el restaurante también sea atractivo visualmente.
“En Tijuana hay lugares increíbles para comer, hay muy buenas propuestas y hay competencia, sin embargo, nuestra idea es ofrecer cierto nivel para que la industria restaurantera se mantenga en ascenso, ya que lo que proponemos es lo que atrae un turismo que busca degustar de la gastronomía de la ciudad”, concluyó.