Rocío Galván
Llegué a Tijuana en 1989, cuando gobernaba la ciudad Federico Valdez, hace 35 años, y ya en aquel entonces se hablaba de zonas de la ciudad que necesitaban mejor iluminación. El tiempo pasó como dice la canción de Alberto Cortés y la ciudad creció de 550 colonias hoy a más de 800 y poco a poco esta querida frontera, que aquí nos tocó vivir, se ha ido convirtiendo en una ciudad a oscuras.
De qué sirve tanta planeación urbana, tantos edificios cosmopolitas y caros, tantas industrias renombradas en el país y en el mundo y ser una gran capital gastronómica y punto de reunión de una de las medicinas de más alto nivel en el planeta.
Tijuana es una ciudad descuidada por donde la veas, los gobernantes que han pasado por la administración se han dedicado a todo menos a resolver problemas tan claros y evidentes como son los de una correcta iluminación de esta frontera.
Calles enteras, vialidades importantes además llenas de baches, están a oscuras, y todos lo sabemos porque transitamos por allí, yo ya pague mi predial, también pago mis derechos vehiculares y mis impuestos al SAT pero vivo en una calle muy oscura y tan llena de hoyos y baches que dan ganas de llorar.
Quién puede a suplicar a las autoridades que hagan algo si tienes una jornada de trabajo, que abarca todo el día. Cuando se descompone algo en tu casa y lo vas dejando tu hogar se deteriora poco a poco, así le ha pasado a Tijuana, con gobernantes que han salido muy fortalecidos en su economía la gran mayoría, y a lo que poco les importa que Tijuana sea una ciudad a oscuras , al cabo ellos viven en San Diego una ciudad muy bien iluminada. En fin , cuando el destino nos alcance.
Por cierto esta frontera ha sido elegida para ser sede del Tianguis Turístico en 2025, ahora si será una ciudad iluminada, no pierdo la esperanza, Ojalá.