Rocío Galván

Tijuana.- El hombre caminaba con una mochila, por uno de las calles más transitadas de esta frontera, traía audífonos y no escuchó el intercambio de balazos, sólo cuando sintió el impacto de la bala en su pecho se refugió en un taller cercano, pocos minutos después estaba muerto.

Eran las tres quince de la tarde, al lugar llegaron más agentes de la policía municipal, los disparos continuaron otro joven de 16 años recibió un rozón de bala en la cabeza y uno de los sicarios soltó el arma. Unos minutos después diez armas les apuntaban a él y a su cómplice, eran las tres con treinta cinco minutos.

La avenida neurálgica para unir el oeste con la zona centro y sur de la ciudad fue cerrada en ambos sentidos.

Randy N de 19 años y Daniel Sebastián de 20 quiénes traían una pistola calibre nueve milímetros y otra calibre 40 con 10 tiros útiles y un vehículo Toyota Corolla 96 estaban detenidos uno de ellos con lesión en el hombro.

Antes estos dos jóvenes habían asesinado a un hombre en el fraccionamiento Otay Universidad. En el piso del taller donde se refugió el hombre herido que murió poco después este miércoles se colocaron veladoras y los vecinos indicaron que hasta que se llevó el cuerpo el Servicio Médico Forense nadie acudió a identificarlo.

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