Empresarios abrieron el diálogo para hablar sobre los retos operativos y sociales que implica la reforma laboral.

La transición hacia la jornada laboral de 40 horas representa un reto complejo para la industria de Baja California, ya que las empresas necesitan claridad normativa, estrategias de adaptación y tiempo para implementar los ajustes, sin comprometer su competitividad.

Lo anterior lo destacaron expertos durante la primera mesa de trabajo organizada por la Asociación de Industriales de la Mesa de Otay (AIMO), en la que se expusieron inquietudes, experiencias y propuestas de empresas que han comenzado a aplicar esquemas anticipados de jornada reducida.

“Sabemos que es un hecho la reducción de 48 a 40 horas y este foro nos permitió escuchar cómo lo están abordando las empresas; algunas ya están eliminando el sábado para probar esquemas de menor jornada”, explicó Jorge Luna, secretario de AIMO.

Los asistentes coincidieron en que la reforma debe analizarse con profundidad debido a que sus efectos no se limitan a una disminución horaria, sino que también inciden en temas como la prima dominical, el pago de vacaciones, las horas extras y el equilibrio entre productividad e ingreso.

Además, dijo, se discutió que una de las preocupaciones centrales es que el tiempo libre adicional podría derivar en que los trabajadores busquen un segundo empleo, lo que podría afectar su salud, su descanso y su productividad en su empleo principal, además de generar presión sobre el sistema de seguridad social.

“Sabemos que es valioso que los trabajadores descansen más, pero existe el riesgo de que en lugar de eso busquen más ingresos con otros empleos y eso puede generar consecuencias no deseadas”, consideró.

Por su parte, Érika Oceguera, consejera de la Comisión Laboral de AIMO, subrayó que el sector industrial podría enfrentar un incremento del 20% al 30% en sus costos laborales, lo cual representa un riesgo en términos de competitividad ante otros países exportadores.

“Esta reforma necesita acompañamiento, claridad y asesoría, por eso, como asociación, brindaremos boletines mensuales y asesorías especializadas para que las empresas puedan estructurar su transición con información clara”, afirmó.

Mientras, el Lic. José Luis Contreras Valenzuela, presidente de AIMO, mencionó que existe una falta de acciones paralelas por parte del sector público, toda vez que hasta el momento no se han presentado programas sociales o educativos que acompañen esta reforma, con alternativas de desarrollo humano o recreación para los trabajadores.

“No acompaña a esta reducción de jornada ningún programa que coadyuve al desarrollo integral del trabajador, hay una ausencia total del sector público en ese aspecto y es algo que debe atenderse con urgencia”, apuntó.

Para concluir, el dirigente refirió que la asociación realizará una segunda mesa de trabajo en la que presentará un documento técnico con propuestas específicas, basadas en las experiencias compartidas por las empresas afiliadas, esto con el objetivo de llevarlas a las mesas de diálogo nacional convocadas por la Secretaría del Trabajo.

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