Tijuana.– La despedida de la agente Abigail Esparza, asesinada en cumplimiento de su deber, se convirtió en un contundente reclamo público por parte de sus propios compañeros de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC), quienes acusaron negligencia, abandono institucional y falta de empatía por parte de los altos mandos.
Durante el homenaje luctuoso, agentes exigieron la destitución inmediata del mando responsable del despliegue operativo que culminó en la muerte de Esparza, al señalarlo por su “falta de pericia y capacidad de liderazgo en momentos críticos”, lo cual –aseguraron– tuvo consecuencias irreversibles.
“Esto no es la primera vez que se nos deja en el abandono. La diferencia entre lo que se declara a los medios y lo que realmente vivimos en el terreno es abismal”, denunció una agente visiblemente afectada.
Las críticas no se limitaron al mando operativo. Los agentes también responsabilizaron a Mario Agustín Plata Contreras, jefe de recursos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y a Guillermo González Flores, director administrativo, por su indiferencia en situaciones similares en las que otros elementos han perdido la vida. “No han tenido empatía, no se presentan, no responden. Nos sentimos solos, desprotegidos”, reclamaron.
Uno de los momentos más indignantes, señalaron, fue que al momento de retirar el cuerpo de Abigail de la funeraria, ni siquiera se habían cubierto los gastos funerarios por parte de la Secretaría. “¿Qué necesidad tenemos como agentes de estar lidiando con el duelo de la familia, y la familia pensando quién va a pagar? Es algo que la ley marca: si muere un compañero en cumplimiento del deber, los apoyos deben activarse de inmediato”, lamentó otro agente.
El caso de Abigail Esparza ha expuesto una realidad que, según los elementos, se vive de forma cotidiana dentro de la corporación: carencia de apoyo, improvisación operativa y una profunda desconexión entre los discursos institucionales y la vida real de quienes enfrentan la violencia día a día.
Los agentes exigieron respuestas inmediatas, no homenajes vacíos. “Quienes salimos con la convicción de servir sabemos la realidad que enfrentamos. Basta de discursos, queremos garantías para no terminar como Abigail”, concluyeron.