El ayuntamiento de Los Ángeles aprobó el martes una ordenanza de “ciudad santuario” que prohíbe el uso de recursos municipales para la aplicación de la ley de inmigración y que las dependencias locales compartan información sobre personas sin estatus legal con las autoridades migratorias federales, con lo que podría considerarse que esta ciudad será considerada como ciudad santuario.
Las ciudades o estados santuario no son términos legales, pero han llegado a simbolizar un compromiso para proteger y apoyar a las comunidades de inmigrantes y rechazar la entrega voluntaria de información a la policía migratoria.
“Vamos a enviar un mensaje muy claro de que la ciudad de Los Ángeles no cooperará con el ICE de ninguna manera”, dijo el concejal Hugo Soto-Martinez,