Tijuana. – A pesar de las nuevas disposiciones del Gobierno de Estados Unidos de cerrar la frontera al asilo en caso de que se rebase la cifra de 2,500 cruces irregulares, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila Olmeda, minimizó los efectos que puede ocasionar en el estado.

La mandataria afirmó que se trabaja con el Gobierno Federal y el del vecino país, asegurando que existe coordinación para la atención de la actual coyuntura migratoria.

Rechazó que la situación esté desbordada, reiterando que no se prendan las alarmas, pues ni a México ni Estados Unidos, les conviene otra crisis migratoria.

“Estamos trabajando, es una medida que acaba de surgir hace unos días y estaremos atentos a darle seguimiento. Tengan tranquilidad y trabajaremos de la mano de forma binacional”, manifestó Ávila Olmeda.

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